martes, 21 de enero de 2014

La historia 260

El pobre viejo ya estaba en sus últimas, la cordura lo había abandonado como cinco años atrás, tenía la mirada perdida y apenas hablaba, pero ese día se lo veía diferente. Sentí como una vibración que me recordó a nuestras mejores épocas.
Ahí estaba yo acordándome de sus historias cuando lo ví levantándose para buscar una cajita de su placard, no dijo nada, sólo me la entregó y volvió a su cama.
Lo primero que hice fué abrirla, encontré un pincel y una foto, en el dorso escrito con tinta verde decía:
"Los sueños son transparentes, sólo viviendo los vas a pintar. Aquí te esperan los colores que faltan y aquí te espero yo."


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ShareThis